Cuándo y cómo cambiar a neumáticos de invierno
Cambiar a neumáticos de invierno es una decisión crucial para garantizar tu seguridad al conducir en condiciones de frío extremo, hielo y nieve. Estos neumáticos están diseñados específicamente para proporcionar una mejor tracción y control en temperaturas por debajo de los 7 °C. A continuación, te explicamos cuándo y cómo hacer el cambio a neumáticos de invierno:
Cuándo cambiar a neumáticos de invierno
El momento ideal para cambiar a neumáticos de invierno es cuando las temperaturas comienzan a descender de manera constante por debajo de los 7 °C, incluso si no hay nieve o hielo en la carretera. Esto se debe a que, a estas temperaturas, los neumáticos convencionales de verano o todo el año comienzan a endurecerse, perdiendo tracción y adherencia. En la mayoría de las regiones, este cambio suele realizarse a finales de otoño, cuando las primeras heladas son comunes.
Cómo cambiar a neumáticos de invierno
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Selecciona los neumáticos correctos: No todos los neumáticos de invierno son iguales. Asegúrate de elegir los que sean adecuados para tu vehículo y el clima en el que conduces. Busca el símbolo de un copo de nieve dentro de una montaña en el lateral del neumático, que indica que está diseñado para condiciones invernales severas.
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Revisa la presión: Al igual que con cualquier neumático, es importante mantener la presión adecuada. El frío puede hacer que los neumáticos pierdan presión más rápido, así que revísala regularmente.
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Equipa los cuatro neumáticos: Para mantener la estabilidad y el control de tu coche, es recomendable equipar los neumáticos de invierno en las cuatro ruedas. Cambiar solo dos puede desequilibrar el vehículo y aumentar el riesgo de pérdida de control en carreteras resbaladizas.
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Mantén el almacenamiento adecuado: Si cambias tus neumáticos de verano por los de invierno, asegúrate de almacenar los neumáticos que no estés usando en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa.
Beneficios de los neumáticos de invierno
Los neumáticos de invierno están hechos de un compuesto especial que les permite mantenerse flexibles en temperaturas frías. Además, tienen un diseño de banda de rodadura con ranuras más profundas y bordes dentados que ayudan a mejorar la tracción en hielo, nieve y carreteras mojadas. Estos neumáticos proporcionan un frenado más efectivo y una mejor maniobrabilidad, lo que reduce significativamente el riesgo de accidentes en condiciones adversas.
Cambiar a neumáticos de invierno a tiempo y mantenerlos en buen estado es esencial para asegurar una conducción más segura durante los meses fríos.
