Una bombilla fundida puede ser un problema
Una bombilla fundida es una avería muy sencilla que te puede traer más de un disgusto traducido en multa o en tener que volver otro día a pasar la ITV.
Las bombillas se pueden fundir cuando se producen pequeños picos de tensión en el sistema eléctrico del vehículo que provocan que alguna bombilla se funda prematuramente. También ocurre si la estanqueidad del faro es mejorable, pues la humedad y la suciedad reducen la vida media de las lámparas.
Esta avería tan “tonta” no tiene tan fácil solución como cuando se funde una bombilla en casa. Al estar producida por picos de tensión y éstos ser tan leves, cuesta mucho detectarlos y, por eso, es un fallo complicado de eliminar que requiere la ayuda de profesionales. Si se debe a un problema de estanqueidad, la solución se complica un poco más ya que es muy difícil localizar el punto exacto de la filtración y, aunque los solucionemos, se desajustará por otro sitio.
Aunque en sí es una avería barata, ya que el recambio de una bombilla normal está entorno a 0,50€ y el de una halógena a 8€, es la dificultad de erradicar el origen en donde surgen más problemas. Si todo funciona correctamente, la bombilla también se puede fundir por el paso del tiempo, ya que una bombilla tiene una vida media de cinco años.