Los limitadores de velocidad
Viernes, 20 Marzo, 2015 - 00:00
Los limitadores de velocidad se inventaron para ayudar a los conductores a recorrer las interminables rectas sin la preocupación constante del velocímetro y del pedal del acelerador-freno. En los últimos años, estos sistemas han pegado un salto a los coches de gama media y alta, donde se han convertido en “controles inteligentes de velocidad”, que no sólo mantienen la velocidad, sino que la regulan para mantener la distancia de seguridad con el vehículo que les precede.
Principalmente existen dos tipos:
- El regulador permite fijar una velocidad y el vehículo la mantiene de forma automática, acelerando el motor en las pendientes y frenando ligeramente en las bajadas para que la aguja se mantenga “clavada” en el punto deseado del velocímetro. Este sistema se desactiva de forma automática cuando el conductor toca el freno o el acelerador, evitando así ser un estorbo ante una repentina incidencia de la circulación.
- El limitador simplemente avisa al conductor cuando va a rebasar la velocidad indicada. No le libera, por tanto, de llevar el pie derecho sobre el acelerador. El aviso se puede realizar mediante testigos de luz, alarma sonora o un endurecimiento del tacto del pedal. Si el conductor presiona, el limitador deja de actuar entrando de nuevo en acción cuando la velocidad desciende de nuevo por debajo del límite indicado.
Por ley, desde el 1 de enero de 2005, los camiones y autobuses deben disponer de un limitador de velocidad ajustado al máximo permitido de 100 km/h.