¿Cada cuánto hay que cambiar el líquido de frenos, refrigerante y otros fluidos?
El mantenimiento del coche no se limita a cambiar el aceite. Existen otros líquidos igual de importantes para la seguridad y el buen rendimiento del vehículo: líquido de frenos, refrigerante, dirección asistida, transmisión y limpiaparabrisas. Conocer cuándo renovarlos es clave para evitar averías costosas y mantener la seguridad en carretera.
El líquido de frenos absorbe humedad con el tiempo, lo que reduce su capacidad de frenado y aumenta el riesgo de fallos en situaciones de emergencia. Los fabricantes suelen recomendar cambiarlo cada 2 años o aproximadamente cada 40.000 km, aunque puede variar según el uso y el tipo de vehículo.
El refrigerante mantiene el motor a la temperatura adecuada y evita sobrecalentamientos y corrosión interna. Con los años pierde sus propiedades anticorrosivas y puede provocar daños en la bomba de agua, radiador o culata. Lo ideal es reemplazarlo cada 4 a 5 años o entre 60.000 y 100.000 km, según las especificaciones del fabricante.
El líquido de la dirección asistida no siempre tiene un intervalo fijo, pero en muchos vehículos conviene cambiarlo cada 80.000 a 100.000 km, ya que el calor y la fricción deterioran sus propiedades.
En el caso de cajas de cambio automáticas, el fluido de transmisión también se degrada. Revisarlo y sustituirlo según el manual —normalmente cada 60.000 a 100.000 km— es fundamental para evitar reparaciones muy costosas.
Por último, aunque menos crítico, el líquido del limpiaparabrisas debe reponerse con frecuencia, preferiblemente con productos específicos que no dañen las gomas ni obstruyan los conductos.
Seguir estos intervalos y usar siempre líquidos de calidad garantiza mayor seguridad, rendimiento óptimo y una vida útil más larga para tu vehículo.